NOMBRE | Museo Etnoarqueológico "Kenneth Lee" |
UBICACIÓN | TRINIDAD – BENI - BOLIVIA |
PROYECTO | Edwin Bause, Carlos Echevarria y Rene Monje |
GESTORES | Gobierno Autónomo Departamental del Beni |
SUPERFICIE DEL TERRENO | 20000 m2 |
SUPERFICIE CONSTRUIDA | 2000 m2 |
AÑO DEL PROYECTO | 1997 |
FECHA DE CONSTRUCCIÓN | 2000 |
FOTOGRAFIÁS | Edwin Bause |
Su diseño deriva del principio de proponer un museo vivo, rescatando la esencia de los elementos que integran la impresionante cultura hidráulica de Moxos. El proyecto logra una estrecha relación del espacio intrior con el entorno circundante, caracterizado por el paisaje natural de la zona. El edificio levantado sobre una loma artificial, permite divisar el interios escenificado por camellones, lomas artificiales, lagunas ,canales, islas de montes, etc., componentes esenciales de esta singular cultura. El resultado formal y espacial logra una armonia de contrastes como producto del uso de materiales, texturas y técnicas constructivas tradicionales de la zona (columnas de madera de dimensiones considerables, jatata), con elementos contemporaneos.

A partir de su nueva concepción etno-arqueológica el visitante podrá apreciar valiosos testimonios de nuestra civilización hidráulica milenaria (como utencilios en arcilla de uso domésticos, urnas funerarias, (con figuras e imagenes etnográficas, heramientas de caza y de trabajo, instrumentos de música, vestidos, mascaras de madera) simbolizando una rica pluriculturalidad e intrerculturalidad. Se ingresa a través de un pórtico con detalles de ambos tiempos culturales.
La primera sala es la etnológica, exhibe instrumentos musicales, trajes típicos de danzas como la de los macheteros, el achu y el torito, además de máscaras talladas en madera con representaciones del sol, la luna y la estrella; el perro, el jaguar y el ciervo de los pantanos; también muestra las diferencias no tan notorias de las vestimentas originarias de acuerdo a cada población (San Borja, San Ignacio de Moxos, San Joaquín, etc.), cabe resaltar que el Beni alberga a la mitad de las 36 denominaciones étnicas del país, sobre las cuales existe una nutrida información.

La sala arqueológica está dedicada exclusivamente a las Culturas Hidráulicas de Moxos, exhibe utensilios en arcilla de uso doméstico (ollas, vasijas), urnas funerarias, piezas antropomorfas y zoomorfas; algo que me llamó la atención fue la cerá-mica con diseños en negativo, una técnica relacionada con la forma de cocción. La sala guarda celosamente la osamenta de un hombre de gran estatura de 10.000 años de antigüedad, encontrado en un conchal (elevación natural del suelo). También hay fotografías aéreas y maquetas que muestran el sistema hidráulico de la época de esta civilización, en la cual los habitantes de mayor jerarquía superior vivían en la parte superior de las lomas.
